Cosmovisión y tragedia isabelina. Rey Lear.

13.05.2019

Rey Lear. Un repaso por los procedimientos de la tragedia isabelina.


I

Tylliard (1889-1962), en su libro "La cosmovisión isabelina", realiza una observación y análisis del sentido común durante el período isabelino. Su percepción se detiene en el pensamiento del siglo XVII, esencialmente en un período de 200 años, desde los Tudor (Enrique VII, 1457-1509) hasta los Estuardo (Jacobo II, 1633-1701).

Según palabras de Tylliard, Shakespeare no es nuestro contemporáneo, nosotros lo hacemos contemporáneo. El mundo del siglo XVII, es para Tylliard, un mundo próximo al medieval, en tiempo y percepción. Existe para los isabelinos una noción de orden sustentado en una cadena del ser, una danza jerarquizada de esferas, de planetas. Danza que es música, una armonía del universo. Cuando los planetas, las pequeñas esferas transitan por lugares que no les corresponden, el cosmos entra en desequilibrio. Cada partícula de la creación, en cualquier plano del universo, funciona como pequeño eslabón de esa cadena.

La cosmovisión isabelina observa la existencia como una cadena de eslabones conectados entre sí, estructurados cada uno de ellos bajo la existencia de Dios. Si el hombre no puede observarlo, es un problema del hombre, hay misterios divinos que no podemos ver.

El encadenamiento celestial se estructura entonces en una serie jerárquica, todo es superior o inferior a algo. Los cuatro elementos tienen un orden jerárquico. El fuego es el elemento superior, le siguen el aire, el agua y por último la tierra. Dentro de los animales se destaca el león (escudo), en las aves el águila, y en el agua el delfín (trono de Francia). La manzana aparece en el primer puesto de las frutas, la rosa dentro de las flores, y el diamante en las piedras. En el cuerpo humano, la cabeza es el eslabón superior, el más importante (la cabeza del rey). En el orden político la figura más importante, claro, es la del rey.

El sistema jerárquico se presenta en Dios-Rey-Padre. Desobedecer al padre es un atentado directo contra Dios. Matar al Rey es matar a Dios. Dios es el único que puede decidir sobre este sistema de jerarquías. El hombre debe obedecer y adaptarse a esta causa divina. Si el Rey deja su cargo, atenta contra Dios, contra el orden del universo (Rey Lear - Medida por medida).

Según Tylliard, no existe ambigüedad en el teatro isabelino, todo es clarísimo, la bajada de línea es clara. Distinta comprensión sobre el período y teatro de Shakespeare que luego canonizará la cultura británica durante el siglo XIX en el marco de una disputa con Francia por la hegemonía cultural.

II

Medida por medida es la versión cómica, y Rey Lear el relato trágico, en ambos casos, de un rey que no quiere ser rey. Shakespeare (1564-1616), escribe Rey Lear un año después de Medida por Medida, a sus 42 años.

Rey Lear, argumento: Lear decide correrse del trono, dejar su poder y delegarlo en sus hijas. Reparte el poder en las tres, en recompensa recibe palabras de amor. Según la percepción de Lear, las palabras de Cordelia son frías, quien asume que "lo ama como el deber manda". Lear decepcionado, reparte su reino entre sus otras dos hijas, Regan y Goneril. Cordelia es aceptada sin dote por el rey de Francia. Regan y Goneril, una vez que adquieren el poder se rebelan contra el padre. Lear deambula sólo en el caos de la tormenta, acompañado por el bufón. El duque de Gloster es parte de una trama paralela en la obra donde como Lear, desarrolla un conflicto con sus dos hijos, Edgardo y Edmundo. Edgardo se oculta de Edmundo quien le ha dicho a su padre que Edgardo ansía su muerte. El relato avanza sobre estas dos tramas paralelas. Gloster anuncia a Edmundo que por el maltrato a Lear vendrá el rey de Francia a poner orden. Edmundo confiesa esto a Regan y su marido. Regan y Cornwall le sacan los ojos a Gloster. Se enfrentan los bandos. Edmundo pone presos a Lear y Cordelia, y se enfrenta a su hermano. Gana Edgardo y confiesa todo lo que vio. En tanto, Goneril envenena a Regan y luego se suicida. Cordelia es estrangulada delante de Lear. Lear muere al no soportar la muerte de su hija. Finalmente los despojos de ese mundo, lo que queda de ese poder, es asumido por Kent y Edgardo.

La tragedia isabelina realiza un salto del medioevo al barroco. Lo que los italianos y franceses respetan del mundo grecolatino, no se considera en el teatro isabelino. Las obras no tienen prólogo, ni coro, se desarrollan sobre una multiplicidad de personajes y una enorme cantidad de tramas paralelas que vuelven difusa la unidad de acción.

Lear inicia la acción y automáticamente instala el desorden. En relación con La cosmovisión isabelina, Lear no puede correrse del poder, no tiene derecho. Su acción instala un profundo desorden en el microcosmos (esfera familiar y social), y macrocosmos (tormenta, apocalipsis).

La trama paralela de Gloster se elabora en función de reforzar la historia principal. En Rey Lear, ambas tramas, ambas historias, cuentan la misma historia. Gloster parece ser el único que ve, el que reivindica la organización del universo. El opuesto, la contracara de Gloster es Edmundo, quien intenta romper el orden dentro de la estructura jerárquica divina (hijo bastardo). Edmundo reivindica los valores maquiavélicos. En Lear, en Shakespeare, Edmundo es una amenaza.

En Rey Lear la cadena de autoridad es violentada. El rey decide no ser rey, las hijas tratan mal y desobedecen al padre. Lear persiste en su error, en su hybris, en su desmesura contra los dioses, en ir contra lo que dice el oráculo, en ir contra lo divino (dejar su poder por propia decisión).

En su desarrollo, la obra conserva núcleos estructurales de la tragedia clásica: hamartía (error), hybris (desmesura, empecinamiento), anagnórisis (reconocimiento), acontecimiento patético (hecho funesto). Es además una tragedia con elementos cómicos (valor de lo tragicómico en el Renacimiento). Aparecen los bufones, y con ellos una ruptura en los cauces de la comunicación (el bufón como el loco que habla). El bufón como elemento absurdo sobre el sentido de la vida, pérdida del significado, como personaje que dice y enuncia aquello que un personaje de mayor fuste, de mayor incidencia dramática no puede decir.

III

En términos de estructura, ¿qué elementos debería utilizar si quiero escribir una tragedia isabelina? Aquí algunos de los procedimientos más relevantes:

. Tragedia de jerarquías, tragedia que aborda el caos cuando se rompe la cadena del ser (cosmovisión isabelina).

. Tragedia de desorden por atentar contra lo divino.

. Alejada de ciertos núcleos que se repiten en el mundo grecolatino, como el prólogo, coro, unidad de acción.

. Multiplicidad de personajes, tramas paralelas, elementos griegos en el héroe (hamartía, hybris, anagnórisis, hecho trágico).

. Elementos tragicómicos, presencia del bufón.

. Obra de regulación teocéntrica.

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*Revisión hecha sobre la base de estudios realizados en la cátedra Historia de las poéticas y dramaturgias del teatro I, a cargo de Jorge Dubatti, dentro de la Diplomatura en Dramaturgia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.